Fito
Páez – Rey Sol
Una luz de esperanza
Autor: Iosi Grinboju
Esta
nota debería tener páginas y ser un librito de esos tipo “elige tu propia
aventura”. Alli debería decir “si escuchás a Fito desde 1984, andá a tal
página”, “si escuchás a Fito desde ‘El Amor después del Amor’ andá a
tal página, “si escuchás a Fito porque es ‘el esposo de Cecilia Roth’
andá a tal página”.
Pero
vamos a tratar de hacerlo en una sola hoja para que sea mas práctico, y de paso
que ninguno se quede con la intriga de lo que le toca a los demás...
Resulta que yo soy de esos que empezó parejito con el rosarino en la época de esperanza y felicidad plena de “del 63” y luego creció junto con él durante “Ciudad de Pobres Corazones” y “Ey” dándose cuenta de que no todo es rosa, y que a veces es justamente todo lo contrario.
Pero
la vida tiene vueltas y Fito salió de su pozo oscuro del tercer mundo para
redescubrir el amor, lo que viene después del amor y todo el circo que lo rodea
con mucha euforia y cosas por el estilo. En mi opinión fue una lástima.
Finalmente
la paternidad le dio una nueva vuelta de tuerca a su música haciendo un disco
indefinible desde el punto de vista musical, pero agradable y hasta muy bueno,
desde el punto de vista del oído que lo escucha atentamente. Hay que
reconocerlo.
Creo
que Fito - como todo padre nuevo que ve a su hijo crecer- estuvo rememorando
toda su vida (lo digo tambien por experiencia propia) y se mandó un greatest
hits de temas nuevos. Hay temas linditos y suavecitos como para que tu tía lo
siga queriendo (léase “Rey Sol” o “Hay algo en el Mundo”),
hay rockitos mas fuertes para que recuerdes lo rebelde y despeinado que fue
alguna vez como “Vale” o “Acerca del Niño Proletario”,
hay temas medianos que te recuerdan las etapas de transición de Tercer Mundo
como “Lleva” o “Noche en Down Town”. En definitiva a todos
aquellos que alguna vez amaron alguno de los 12 discos de Páez, este terceravo
los deja satisfechos. Pero lo sorprendente es que logra unir todos esos estilos
tan diferentes de manera que el que escucha el disco gusta de todos los temas.
Es una fusión perfecta, sin grumos, homogenea.
Fito
recupera el (mi) crédito para futuros discos. Esa expectativa que rodea a la
espera de nuevo material de un artista. Lo que no se sabe es para donde tomara
rumbo el incansable Fito en el próximo disco. Quizás él mismo esté en este
momento eligiendo su propia aventura.