Autor: Horacio Cavallo Nosotros,
vosotros y ellos. Seudónimo:
pica por todos mis compa. Y así somos quienes somos, golpe a golpe y muerto a muerto.
Gabriel Celaya, España en marcha I) Nosotros
somos los nenes del mate cocido. Venimos
de la costilla de Adán y no comemos costilla
si es de vaca. Comemos perro. A
veces pan, si es verde, pan con sal de los ojos inflamados. Nosotros
somos los nenes del mate cocido. En
la escuela jugamos al desmayo, a las panzas hinchadas. En
la escuela jugamos al hombre primitivo. En
la escuela jugamos al hambre privativa. Nosotros
somos los nenes del mate cocido, de
la yerba seca al sol y el agua sucia. No
queremos payasos ni muñecas. Pedimos
a los reyes una madre. Cantamos
como el fueye un trago amargo.
II) Nosotros
somos los nenes de la pastofagia. El
sábado comemos pasto seco. El
domingo, rumiantes, esperamos, la
teta de una vaca descarnada, la
teta de la madre que perdimos. Nosotros
somos los nenes del pasto crecido. Cuadrúpedos
y de panzas hinchadas soñamos
con palomas o con gatos, con
migas de madera o con alambre. Cuando
seamos grandes, esperamos, ser
mozos de boliche o a lo sumo un
perro de familia acomodada. Soñamos
con comer mucha lechuga, y
seis galletas, claro, a fin de año Nosotros
somos los nenes de la pastofagia, tenemos
diez hermanos y tres padres. A
veces nos mordemos –es jugando– La
sangre nos endulza las encías. III) Nosotros
no tenemos un árbol desde donde cuelguen
"naranjitas pequeñas y verdes". Ni
tenemos azahares, acaso un solo azar que
no obedece nunca a nuestras voluntades. Pero
tenemos, sí, nosotros todos un
árbol cabizbajo en cada calle. Un
árbol cuya fruta no es jugosa, ni
dulce. Pero brota y cuelga y cae. Sin
embargo, los nenes de la cuadra aman
al nuevo árbol y recogen día
por medio su fruto malsano. –Nuestros
plátanos dan bolsas de nylon– Nosotros
todos las oímos zumbar.
Son moscardones cardinales. Los
nenes de la cuadra soplan dentro. A
veces pegamento o pura baba. |
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