EL GENESIS DE LA PARED CUELGA - ABRETE SÉSAMO.
Autor: Daniel Montoly
EL GENESIS DE LA PARED CUELGA.
La música se apodera
de los espíritus danzantes
el tan- tan del tambor
despierta la noche
y los oídos asisten al festín
de embarrarse de sonido.
El salobre olor a sudor
impregna el ambiente,
el tan-tan va y vuelve
entre los gritos de todos.
Nadie observa el tapiz
que descansa en la pared
con el Génesis en el vientre.
Reflejo vago de dos cuerpos
arrastrándose en el fondo
uno sobre la piel del otro, sus gemidos
tambalean la manzana
posible de cumplirse La Ley de Newton.
ABRETE SÉSAMO.
¿Volarán el hombre y el sueño
Juntos? Saldremos, en buques
que rompan las nebulosas,
dormirá la muerte en las hojas
de un estanque, cercada
tornillos de resplandores, vigilan
que sus hijos del futuro se ahoguen
en la taza de siempre.
En las axilas del globo chillarán
las máquinas contra imágenes
colgantes, atoradas en las gargantas
de todos; que nos alienan,
cortan cuellos y cosen lenguas
remendando lo imposibles con palabras
incoloras al oído que no entiende.
Me rebelo, esta pesadilla se me adhiere
contada, distorsionada en los diarios
maquillada para que sea comida,
no la digiere mis costillas, se niega
la balanza a creerla. Entonces ¿Cruzo
los brazos?, No, golpearé con metatarsos
de ira, dónde mas le duela, alumbrado
con linternas, caminaré en las plazas,
ensuciaré sus cristales con mis lágrimas,
voy a decirle a sol andamos,
cuando tras mí caminen los que yo no creo,
derribaré la puerta sin susurros mágicos
y diré: Entren los que no han visto más
que migajas caer de los manteles.