CITA
PARA UN CUENTO (Tren,
de Verónica Spoturno)
Autor: Marcelo Garmendia
Verónica:
Gracias por el cuento, me gustó muchísimo.
Doblemente gracias: por dedicármelo (es realmente un honor) y por dármelo a
leer (permitirme disfurtarlo).
Realmente
me pareció sumamente interesante: lo onettiano
(del orden de lo temático) se ve releido (es decir, transformado) por lo veroniquiano
(operación en el orden de lo formal). O sea, cierta linea temática es
traducida de una forma a otra. En este pasaje, me parece, se juega la eficacia y
novedad del cuento. La escritura se concentra y tensiona, abigarrada, condensándose
en un juego de cajas chinas: escalonadas sorpresas encubriendo un improvable
enigma. La trama más que desplegarse va plegándose, como si buscara escarbar
en los dobleces de la conciencia (inconciencia) del protagonista (o más bien de
su escritura); además, como en tu anterior historia (lo que me habilita a
hablar de lo veroniquiano) la narración
va produciendo sucesivas implosiones, que concetran la historia, vuelviéndola más
y más sugestiva.
Al otro día de escribir el comentario
anterior, me encontré con la siguiente cita que, a mi modo de ver, comenta
ciertas operaciones que leí en tu cuento con mucha más pertinencia y belleza.
Considerala como una metáfora crítica, quizás un tanto hermética, que para
el caso es mejor: lo hermético es siempre un resguardo contra el dogmático
transfondo moral y científico que posee toda afirmación. La poesía es un buen
ejemplo: opera en este sentido respecto al lenguaje, socavando el supuesto valor
de su lógica.
Volviento a tu cuento y a su
estrategia de pliegues, la que sigue es la cita, tomada del libro de Tununa
Mercado Canon de alcoba, que me
permito recomendar, tanto a vos como a los lectores de esta página:
Una
existencia doblada en dos como un papel; en el reverso se escriben los sueños,
en el anverso se inscriben las huellas de un transcurso que acalla la muerte en
cada uno de sus momentos. La muerte se pasa de un plano al otro, es la verdad
que circula, que crea una comunicación, que establece una unidad. No la escisión,
sin embargo, sino una circulación, un continuo que despliega sus alas como
tanto pájaro descripto, como una pajarita cuyo pliegue central es la
cabalgadura en que ando de posta en posta. Ni siquiera el volar sino una marcha
con indicaciones y señales que llevan el signo tierra.
Saludos,
y espero ancioso más cuentos (más de lo veroniquiano*).
*Insisto en lo veroniquiano para que tomes conciencia de que puede existir tal cosa, pero también para que asumas el compromiso que implica. Tomá este consejo (¿amenaza?) como de quién viene (aduzco en mi defenza que cierto malestar hepático trueca mi dócil caracter habitual en el de una tía solterona y rígida; espero sepas perdonarme).