Amores
Perros.
Caninos
incisivos. Incisivos de canes. Incisivos de humanos. Humanos incisivos.
Autor:
Sebastian Russo
Caninos
incisivos. Perros que imbrican historias. Perros que inciden en cada una de
ellas. Perros, como símbolos del sentimiento inmodificable, eterno,
inclaudicable, en suma, fiel. Fidelidad, y no sólo a la relación y al
sentimiento para con el otro, sino fidelidad consigo mismo. Fidelidad, en este
último sentido, como sinónimo de estabilidad, coherencia. Más allá de la
senda en la que se encuentra, el can, es fiel a su sentir: sea faldero, compañero
o asesino. Fiel. Y sobre este carácter, la búsqueda del reconocimiento. No
fingiendo, no adaptándose, no siendo versátil y comprensivo, no. Siendo fiel a
sí mismo, a su naturaleza, o a lo que la naturaleza ha hecho de ellos. Fieles.
E incisivos. Penetrantes, comprometidos, relevantes. Responsables de su lugar, e
interfiriendo así en los terruños y habitáculos de sus compañeros de
existencia (en este caso, humanos) Incisivos, porque no se contentan con ser
alimentados, peinados, ni bañados, no. No se sienten satisfechos con solo ser
parte del paisaje cotidiano de esos desequilibrados (infieles) seres, no.
Inciden, increpan, exigen, piden. Qué? Reconocimiento. Ser comprendidos en su
naturaleza, ser aceptados en su particular esencia. Y lo logran, claro, pero no
dejan de sufrir penurias hasta conseguirlo. Pero son fieles, y entonces
aguardan, sin modificar su condición, porque aman, pero porque a la vez se
aman. Son fieles, en principio consigo mismos, y en segunda instancia para con
quien confió en ellos. Caninos incisivos, caninos sabios.
Incisivos
de canes. Sangre. Chorros de sangre. Charcos de sangre. Perros ensangrentados.
Riña de perros. Canes luchando por su vida. Hombres apostando al más feroz (y
fiel). Hombres y perros. Ambos luchando por existir. Con diferente armas: uno
desde el desvarío, otro desde su fidelidad. Hombres perros. Perros humanos.
Incisivo de perro: exhibido con intenciones de intimidar ante una inevitable y
forzada pelea. Incisivo de hombre: muestra de patética ambición amoral.
Incisivos
de humanos. Vida agitada y cruel. Vida desalmada e infiel. Sufrir: sentimiento
intrínseco a la existencia humana. Hombres con hombres, juntos en un mismo
fango, pugnando por lo mismo (el mismo fango). Miserias y excrementos no son más
que consecuencias de este enfrentamiento inesquivable. Sangre (lazos de).
Estupros, incestos. Solo un pequeño paso mal dado, y ahí está: el desvarío.
Lo desequilibrante de la propia vida, se ve desenmascarado en toda su
vulnerabilidad. Solo trasvasar aquel umbral. Ese camino trazado con tanta
estoicismo por grandes moralistas, no deja de ser fantochada, con solo ser
observado d´ cotè. Fantochada aceptada, o fantochada no aceptada, elige tu
propia aventura (como verás lo único que hay por elegir es la aceptación o
no, fantoche siempre serás) Y dentro de este delirio de promesas hechas sobre
algún bidet de la estación Constitución (hay algo acaso más delirante que un
bidet en Constitución?) se construyen responsables y encumbradas existencias,
ejemplares vidas, sabidurías cotidianas, desvaríos encarcelables.
Humanos
incisivos. En contraposición con aquellos anodinos. Existencia estéril o fértil.
Dejar, no dejar. Decisiones. O destinos, o posturas: fantochadas. Incidir, es
hacer para modificar. Vale la pena? A veces. Matar a un hombre (al menos como
ejercicio mental) en ocasiones sirve, en otras se vuelve un karma. Cruz o no
cruz. No cruz? De por sí andamos con nuestras panzas a cuesta. Eliminarlas,
para qué? Para que la cruz tome otra forma, quizás más cínica e invisible?
Prefiero llevar una panza y no un trauma. O el trauma de mi panza. Incidencias
necesarias. Necesidad de modificar, más no sea, al morder, una empanada.
Pequeño
glosario perruno
Rabia
amorosa:
Dícese del sentimiento que se obtiene luego de amar con desesperación,
y sentirse estafado (o estofado, da lo mismo).
Picazón
sin mesura:
Dícese de un comportamiento típico, luego de haber estado con una señorita
promiscua.
Gruñido
diario:
Dícese de una particularidad que se genera a partir de la vida cotidiana
con mujeres con pocos silencios.
Olfateo
de culos: Dícese de una
actividad llevada a cabo cuando el culo nuestro de cada día, ha perdido el
deseo de ser husmeado.
Amores perros: Dícese de amores que producen rabia, entre otros muchos comportamientos y particularidades provenientes del mundo canino, como picazón desmesurada, gruñidos cotidianos y deseos de olfatear rabos (culos).